De Lozoya a Canencia por los Puentes Medievales

  Datos técnicos de la ruta 
Duración: 2.00h - 2.30h
Longitud: 11 km 
Dificultad: fácil
Bici: de montaña  

"una ruta para toda la familia

Descripción de la ruta

Uno de los elementos principales del patrimonio de la Sierra Norte de Madrid son los puentes, muchos de ellos construidos durante la época medieval. Estos puentes eran puntos de paso obligado para los rebaños que durante siglos recorrieron nuestros caminos y dehesas.

Comenzando en el pueblo de Lozoya situado en el Valle Alto del Lozoya esta ruta rodea el Embalse de Pinilla pasando por su increíble mirador para llegar al primero de los puentes medievales que vamos a ver, el puente del Congosto. Este puente arranca desde la propia roca que forma las laderas. Se construyó con sillarejo basto y está formado por un solo arco de medio punto de 6 m de luz. Sobre su origen tenemos dos hipótesis, que se construyera en época romana o en época medieval, ya que su forma es característica de los Siglos XII-XIII. Junto a él encontramos las ruinas de lo que fue un antiguo molino.

Remontando el cauce del río Lozoya a nuestra izquierda seguimos hacia el Puente de Matafrailes. Lo más probable es que tenga un origen tardo medieval. Su fábrica es de mampostería y muestra un único ojo, formado por un arco apuntado. El tablero es lo más llamativo, ya que tiene una anchura mayor en los extremos que en el centro, posiblemente para facilitar el cobro de los derechos de pontazgo.


Continuamos nuestro camino por zonas de robledal, hasta llegar a la entrada a Garganta de los Montes. En este punto, os recomendamos acercaros a este pueblo bonito para una pequeña visita y/o un descanso a comer. En todo caso, nuestro camino continúa hacia Canencia, atravesando un bonito robledal hasta llegar a un hermoso collado desde el que descendemos con vista hacia el valle y la población. Si no hemos parado en Garganta de los Montes a disfrutar de una comida lo podemos hacer ahora en Canencia. 

Antes de finalizar la ruta y devolver nuestras bicicletas bajamos por las calles del pueblo en dirección al arroyo de Canencia el cual cruzamos por el puente de Cal y Canto. Su origen puede situarse en el s. XIV, ya que aparece reflejado por el rey Alfonso XI (1311-1350) en su Libro de la Montería. Tiene forma de lomo de asno y está constituido por dos arcos de medio punto, de dimensiones muy desiguales, como consecuencia de su ubicación entre dos orillas de distinta rasante.